domingo, 30 de agosto de 2009

TEMA 15 : LA SEXUALIDAD DEL ADULTO Y SU EQUILIBRADA SALUD FISICA Y MORAL


INTRODUCCION


En toda relación amorosa aparecen altibajos, furias, roces, pleitos, tristezas y crisis.

Como en la vida, también el sentimiento amoroso evoluciona a través de estos conflictos y contradicciones.

No toda crisis se debe percibir en forma negativa, sino con una manera de CRECIMIENTO personal para mantener siempre la capacidad de amar, comprender y aceptar al otro.

1. ¿ Por qué reprochamos?

Generalmente escuchamos decir:”Es que a mi marido no le gusta que yo trabaje”. “Es que mi novio no me deja”, o “si él no va yo no puedo ir”, “tengo que quedarme cuidando a los niños” y muchos mensajes más.

Así vemos pues cómo muchas parejas mantienen una relación de dependencia y se niegan la posibilidad de amar con LIBERTAD.

Es importante hacer referencia a este tipo de relaciones porque muchas veces el hombre cree que puede mandar sobre su compañera y lo mismo ocurre cuando la mujer se cree dueña de su compañero o esposo. Esto genera un tipo de relación en la cual el individuo se convierte en un “OBJETO DE PROPIEDAD” al que pueden manejar.

Viéndose golpeada su autoestima, su crecimiento personal e individual y su óptimo desarrollo como pareja, se desencadena el proceso de ruptura.

2. Tipos de crisis.

La crisis de la pareja varía en función de los periodos de: Formación, de Instauración y de Consolidación.

a.- Crisis de Formación:

Cuando dos personas encuentran una respuesta efectiva y de mutua atracción se fijan al principio proyectos y planes para el futuro pero surge la DUDA. Esta hace que algunos de los dos miembros de la pareja se sienta que ellos no pueden salir adelante, surge la INSEGURIDAD.

Teme no poder alcanzar la felicidad con la otra persona, cuando ha descubierto los defectos y limitaciones de su pareja y siente que ha perdido afecto hacía está. Esta inquietud puede llevar a que la pareja tenga conflictos que deberán afrontar, asumir y resolver en un clima de diálogo abierto, racional y proyectivo.


b.- Crisis de Instauración:

Cuando dos personas se han casado o han iniciado una nueva vida en común, pierden la noción de aspectos importantes de la realidad, es decir, que actúan por una serie de factores nuevos en su vida que tienen como base el amor pero que van acompañados de una serie de elementos y circunstancias de tipo marital como por ejemplo:

El estreno de una casa, vivir en un lugar distinto, tener por primera vez su propio hogar, iniciar un tipo de vida para el que alguna manera ha sido adecuado, etc.
Después de celebrado el matrimonio y la luna de miel, tiempo en el que todo parece nuevo y atractivo, precisamente por ser nuevo.

Poco a poco se desciende de la nube y se van asumiendo los aspectos reales de la vida diaria. Uno se da cuenta de la dureza del trabajo y va perdiendo la ilusión por todos aquellos objetos nuevos que hace unos meses estreno. Cuando entran en contacto con la realidad diaria, el mayor afecto de la pareja son cuestionados o carecen de la suficiente fuerza creando en muchos casos conflictos y crisis.


c.- Crisis de Consolidación:

En muchas parejas se dan crisis en esta etapa, caracterizada por perdida del interés por el otro, cambio en los objetivos personales, es decir, cuando por ejemplo la mujer decide entrar en el mundo laboral o pedir la colaboración en los quehaceres domésticos demostrando que ha dejado de ser un elemento pasivo de pareja.

Vemos como en alguna parejas el hombre permanece durante toda la semana dedicado a su trabajo y espera el fin de semana para quedarse en casa descansando, mientras que la mujer se dedica a cuidar de sus hijos, a hacer de comer, a limpiar la casa, etc.; y espera el fin de semana para salir a pasear con su familia. Este tipo de situaciones crea conflictos cuando no se asume de manera positiva.

Es importante mencionar que los conflictos que se dan al interior de la pareja se deben generalmente al egoísmo de algunos de los dos miembros por no “permitir” que el otro realice como persona; o por no dejar que exista una adecuada comunicación que permita el intercambio de ideas, cuando no se aceptan las diferencias entre ambos; o cuando no se permite que su compañera o compañero tenga intereses y motivaciones diferentes; o cuando no se acepta al otro de manera respetuosa y sin condiciones de manera favorable que no lleve un adecuado crecimiento tanto en lo individual como en la vida de pareja.


3. ¿Qué hacer?

Que los miembros de la pareja tengan conciencia sobre cual ha de ser su función real dentro de la relación.

Que cada miembro de la pareja se acepte a si mismo como es.


Que se genere del dialogo y la participación del otro, que permita el logro de los intereses tanto individuales como de pareja.

Que en la pareja haya respeto, comprensión y colaboración a fin de alcanzar las metas propuestas.


Que sean conscientes de la participación activa en lo social, familiar y laboral de su compañera o compañero.

Que acepten de manera positiva los cambios del otro.


Es importante que la pareja se motive por alcanzar un adecuado nivel de relación que permita el crecimiento como pareja.


4. Salud física y moral en la sexualidad de los adultos


La sexualidad humana es evolutiva, progresiva y está llamada a hacer crecer las personas y a impulsar su desarrollo y su realización individual, social y en pareja.

Al adulto cronológico, debe corresponder un “YO SEXUAL MADURO, EQUILIBRIO Y CAPAZ DE DONACION IRREVOCABLE”.

Las preguntas clave en este punto son estas:

¿Qué son un hombre o una mujer plenamente autorrealizados?

¿Qué son un Hombre o una Mujer plenamente equilibrados, o dotados de Salud Física y Moral, en el campo de su sexualidad?

La persona adulta autorrealizada es su YO sexual, posee, en primer lugar, una autoestima plena y vive su sexualidad como expresión de su creciente capacidad de amor de entrega.

En segundo lugar, ha superado el estadio del amor egocéntrico y hedonista, para llegar al Amor vincular estable y permanente.

En tercer lugar, vive su sexualidad como un compartir, y como una complementación, en su vida personal y sexual.

Esta característica lo lleva a establecer una relación igualitaria y horizontal con su cónyuge, superando el machismo y feminismo.

El hombre autorrealizado sexualmente, vive la fidelidad a su esposa o esposo, no como una carga o como una exigencia de su cónyuge, sino como un DON DE SÍ, al ser amado. El paso del amor promiscuo, el amor fiel, es un signo de madurez adulta.

El hombre y la mujer adultos, realizan en el marco de su pareja, un proyecto de vida, que tiene como objetivo la Comunión, el NOSOTROS.

El adulto sexual hace de su sexualidad una expresión de su amor y de su capacidad de convertir el placer compartido en signo de su entrega al TÚ.

El adulto sexual hace pareja dentro de sí, porque el tú amado, llega a ser parte constitutiva de su YO, porque vive en él, con él y para él.

El hombre y la mujer adultos sexualmente, viven en su pareja la interdependencia, y al mismo tiempo, el respeto a la individualidad y a las diferencias del TÚ.

La promiscuidad sexual, no se dá en el hombre y la mujer autorrealizados, porque “VIVIR EN PAREJA”, es la respuesta necesaria a su soledad.

El SIDA, es un riesgo para las personas inmaduras y promiscuas, porque es una enfermedad que nunca se da en un Matrimonio estable y fiel.

La moral sexual, para el hombre y la mujer maduros no es un código esclavizante sino liberador, porque ella, no prohíbe, sino que impulsa al amor pleno, sincero y responsable del TÚ.

La conciencia moral sexual dice no al egoísmo; al engaño y a la mentira en las relaciones, a las relaciones extramatrimoniales que traicionen el compromiso de amor prometido y celebrado; a la pornografía y a las alineaciones sexuales.

La conciencia moral sexual sobre todo impulsa positivamente a la fidelidad y a la lucha por mantener el amor, superando los conflictos relacionales que deterioran la relación amorosa.

La conciencia moral sexual, crea la necesidad del dialogo conciliador, para hacer el seguimiento de los cambios evolutivos del yo, a través de los diversos estadios de la vida.

Finalmente, la moral sexual no esclaviza, sino que libera el corazón de los egoísmos, para lanzar los esposos al AMOR GENEROSO Y A LA DONACION DE SÍ, convirtiendo su sexualidad en el signo y en el sacramento de su entrega fiel.

5.- En la Perspectiva Cristiana:

Los esposos ven en su sexualidad el misterio y el sacramento de su amor, que vence obstáculos y roces para compartir el don de sí, en la fe en Jesucristo que los une, y que los convierte en testimonio vivo del “Amor Irrevocable de Dios a los Hombres” para su comunidad.

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