domingo, 30 de agosto de 2009

TEMA 6 : ETAPAS Y ESTADOS DE LA VIDA Y SU EXPRESIÓN SEXUAL

INTRODUCCION

Nuestra sexualidad comienza en la vida misma y se desarrolla junto con otras funciones del organismo, tanto en su aspecto fisiológico como psicológico. Así mismo todo el desarrollo psicosexual está dependiendo del grupo social y región donde se encuentre.
Paralelamente al potencial biológico requerido en la conducta sexual, casi todos nacemos con él, sin embargo el grado de maduración y de funcionamiento real varia de una persona a otra.

1.- SEXUALIDAD EN LA INFANCIA

El bebé desde pequeño muestra un interés activo en la exploración de su propio cuerpo y al principio lo explota al azar y de manera indiscriminada, sin embargo a medida que crece el pequeño, la autoexploración se vuelve más completa.

Los niños van descubriendo no solamente que tienen una región genital además de todo su cuerpo y que hay otros seres que tienen otro sexo.

El infante a medida que desarrolla su capacidad de lenguaje y su inteligencia, pasa de un conocimiento sensorial exploratorio a la exploración intelectual, la curiosidad y las preguntas son su instrumento investigativo: ¿Cómo nací?, ¿Cómo se hacen los niños?, ¿Por qué mi hermanita y yo somos distintos?.

El proceso de identificación sexual inicia en el desarrollo decidido entre los dos y tres años, donde comienza a diferenciar claramente los roles masculinos y femeninos i a interiorizarlos de acuerdo a los patrones familiares y el sexo de asignación.

El juego a través del periodo infantil es la principal tarea y el campo propio de aprendizaje de su papel sexual durante su edad. Los varones en nuestra cultura intensifican los juegos que implican actividades físicas de brusquedad y aventura y las niñas lo hacen con los juegos que implican actividades sociales, maternales y hogareñas, lo cual toman en gran medida de los modelos de imitación con quienes conviven (padres, hermanos mayores, familiares y profesores).

2.- SEXUALIDAD EN LA PUBERTAD Y ADOLESCENCIA

El término “pubertad” significa puerta o entrada, lo que implica que en esta transición evolutiva el joven experimenta cambios a nivel físico y psicológico.

La pubertad en el varón se presenta básicamente con la llegada de la primera eyaculación y en la mujer con la “menarquia” o primera menstruación.

a.- EN EL HOMBRE

VELLO PÚBICO, AXILA Y FACIAL.
AUMENTO DE LA MASA MUSCULAR EN TODO EL CUERPO.
CRECIMIENTO DE LOS GENITALES.
CAMBIO DE LA VOZ.

b.- EN LA MUJER

VELLO PÚBICO Y AXILAR.
REDONDEAMIENTO Y ENSANCHE DE LAS CADERAS.
CRECIMIENTO DE LOS SENOS.

Durante esta etapa la personalidad de los adolescentes se alcanza a configurar con mayor precisión, lo cual hace que se presenten sentimientos de ambivalencia y rebeldía con mayor intensidad, lo cual involucra aspectos trascendentales tales como: Ideales, elección de profesión, intereses, actitudes, preferencias, concepto de si mismo, autoestima, y sentido personal de los valores.

3.- SEXUALIDAD EN LA EDAD ADULTA

Durante esta etapa ya se ha alcanzado por lo general un estado de estabilidad y de independencia tanto en el plato económico como en el psicológico.

Así mismo se presentan una vasta gama de pautas de conducta sexual, donde algunas personas llegan al ajuste heterosexual, en tanto que otras dependen de la masturbación o sienten preferencia hacia las relaciones homosexuales.

4.- SEXUALIDAD EN LA TERCERA EDAD

Como en los otros periodos evolutivos anteriores, el proceso de envejecimiento también conlleva cambios en la vida sexual del ser humano.

En el caso de la mujer se presenta un proceso trascendental llamado “MENOPAUSIA” entre los cuarenta y cinco y cincuenta años, el cual se refiere al cese definitivo de la ovulación, que implica la pérdida de la posibilidad de concebir, pero no de la capacidad organística como comúnmente se cree.

En algunas mujeres este cambio representa vivir la sexualidad de una manera más tranquila, ya que no se presenta ahora el riesgo de concebir un hijo.

En el caso del hombre, aunque no se presente un “cambio de vida” tan neto o pronunciado como en la mujer, si se experimenta una disminución gradual de la virilidad y una reducción para desempeñarse sexualmente, sin embrago hay posibilidades de concebir un hijo hasta edades tardías.

La actividad en los años dorados, no resulta perjudicial, sino por el contrario es beneficiosa si se ajusta a los deseos de ambos miembros de la pareja y no exclusivamente a los patrones de vida sexual impuesto socioculturalmente.

5.- SEXUALIDAD Y ESTADOS DE LA VIDA

En el ser humano además del estado matrimonial se presentan otros tales como: la soltería, la separación, el divorcio, la viudez y el celibato.

Las personas solteras afrontan exigencias culturales diferentes donde en ocasiones se ven expuestos a presiones sociales hacia un matrimonio que en algunos casos no se desea.

En la actualidad en nuestra cultura se viene observando un fenómeno de diferencia con las generaciones anteriores donde la edad en estado de soltería se ha prolongado hasta los treinta años y aún más, tanto en hombre como en mujeres.

Por otra parte, algunas personas por convicciones religiosas o por algún interés en alguna causa, eligen una vida “célibe” (virginidad), independiente de su orientación sexual y prefieren darse este estado como una opción y estilo de vida, sin que ello sea causa de desajuste emocional.

Sin embargo cuando el celibato se presenta por exceso de timidez o por sentido de culpa o por presión social hacia “el perder la virginidad” puede afectar negativamente la autoestima de la persona quien vive este hecho.

Con respecto a las personas separadas, divorciadas o viudas también se observa en nuestra cultura discriminación, donde en ocasiones se ven limitadas a establecer un nuevo tipo de relación de pareja.

De acuerdo a todo lo anterior se pueden concluir que la sexualidad humana responde a una relatividad socio-cultural e histórica donde en cada época se adquieren patrones permanentes cambiantes.

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